En las páginas de empleo

El modo más habitual de buscar trabajo, en esta época, son las páginas de empleo. Son varias, algunas muy conocidas.
Los invito a pensar qué es una página de empleo y quién está del otro lado:
La página es un sitio con un programa en el cual los postulantes cargan sus datos y los empleadores publican sus búsquedas.
Cuando se coloca un aviso (con mayor o menor costo según la página) suele remitirse automáticamente a los postulantes registrados según un algoritmo prestablecido tanto por los datos de pedidos como los de carga del postulante. El postulante lo recibe y, con un clik, puede aplicar.
También sucede que aquellos que están buscando empleo, ingresan a la página, leen el aviso y aplican. Esta sumatoria de canales hace que, muchas veces, un aviso pueda reunir hasta 6.000 postulaciones en un mes que dura la publicación.
Ahora bien: ¿qué hace el selector con semejante oferta? Debe establecer filtros para achicar el número de postulantes a un nivel razonable para poder leer uno por uno…
Dicho esto, es comprensible que aplique formas de reducir. Entonces, filtra por estudios, por nivel de cursada, por zona, por idioma, por remuneración pretendida, etc.
Cuando los datos son incompletos o inexistentes, es probable que no entre en la selección. Y, si por casualidad queda dentro de la oferta potable, es el selector quien descarta lo que no está claro ni completo (¿por qué lo haría de otra forma si tiene tantos CV correctos para seguir mirando?)
Entonces, desde esta visión del cliente (el selector), la sugerencia es completar acabadamente los datos (teléfono y mail de contacto, remuneración, nivel de estudios, trabajos hasta la fecha, etc.)
Si esto no se cumple, no se puede pretender que el selector llame para averiguar lo que falta: cuando algo no está completo, fácilmente pueda imaginar al postulante no cumpliendo con las tareas que sean encomendadas en el trabajo…
Finalmente, pensemos que el CV es tu carta de presentación. ¿Cómo querés que se te vea?