El poder del empleador
Ya sé que te recibiste. Ya sé que tenés una excelente Universidad que te respalda. Ya sé que creciste creyendo que, cuando tuvieras tu título, el mundo estaría en tus manos.
Sin embargo, no parece tan sencillo.
Tus posibles empleadores no abundan, los trabajos que te ofrecen son poco rentados, la jornada de trabajo rompe con los programas de bienestar personal que tenías armados, te piden que te vistas con bastante más formalidad que la habitual…
Por todos lados aparecen seminarios y lecturas sobre retención del talento y la forma en que los empleadores deben adaptarse a la generación que vos integrás.
Empleadores y postulantes asienten con total convencimiento y parecería que, en este baile tan bien orquestado, el cuento tendría el final feliz que todos esperamos.
El hecho de que no suceda es, simplemente, porque no es cierto. O, por lo menos, no lo es en su totalidad.
Los empleadores, dueños o jefes, son todavía los que poseen el poder de dar trabajo. Los que desarrollaron una idea o son los encargados de llevar adelante la de otros. Pero, en definida, son los dueños de una parte gruesa de la torta del poder.
Pueden y quieren gente que les sirva para cumplir sus objetivos. Necesitan personas esforzadas y con compromiso. Con algunos talentos, pero muchas veces con más ganas y sentido común que otra cosa. Buena capacitación, pero no tanta que haya pagarla por encima del presupuesto que tiene acordado para el puesto.
Los empleadores son, como casi todos, jugadores de un juego más grande.
Está en vos aprender a competir, anticipar las jugadas, conocer al adversario, reconocer sus fortalezas y debilidades, interpretar lo que verdaderamente está esperando de tu desempeño… y apostar a eso para poder ganar.
- El porqué de esta sección
- Empezando por el principio
- Construyendo el CV
- ¿Pongo la foto?
- Rellenando datos
- Objetivo Laboral o Perfil Profesional
- En las páginas de empleo
- El día después
- El poder del empleador
- Lo que mejor me sale…
- Mi expectativa: ¿la de mis padres?
- ¿Trabajo antes o después de recibirme?
- ¿Qué será lo que quiero ser?